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Sinopsis:  En un impredecible y fascinante viaje de 20 años, Juan Carlos Rodríguez cuenta la conmovedora historia de Vieques. Mediante recuerdos íntimos, voces de la comunidad y pietaje de archivo, el documental expone los sufrimientos de los viequenses antes y después de la salida de la Marina de Guerra de los Estados Unidos en el 2003. Revela la terrible situación de la salud en la isla de Vieques durante estos años.

Resumen de la historia:

Durante más de 60 años, las instalaciones militares de la isla de Vieques formaron parte del campo de entrenamiento de armas de la Flota del Atlántico (Atlantic Fleet Weapon Training Facility) (1941-2003), de la Marina de los Estados Unidos, en la costa este de Puerto Rico. La Marina de los Estados Unidos (US Navy) y el Cuerpo de Marinos (US Marine Corps) entrenaron a sus fuerzas militares simulando situaciones de guerra que incluían desembarcos anfibios, disparos navales y bombardeos aire-tierra, algunos de los cuales se llevaron a cabo con explosivos reales. La Marina de los Estados Unidos ocupó el 79% del territorio de Vieques, condenando a los viequenses a vivir entre dos bases militares en una zona civil en el centro de la isla. El hambre, el desempleo, los abusos militares, la degradación ambiental y la falta de servicios de salud llegaron a caracterizar la vida de los viequenses durante décadas.

Vieques: archivo vivo explora la memoria de los movimientos sociales de Vieques contra la presencia de la Marina de los Estados Unidos. Los pescadores de Vieques (1978-1983) organizaron un movimiento contra la Marina de los Estados Unidos por su derecho a pescar. Los movimientos de rescate de tierras de Vieques (Villa Borinquen en 1976 y Monte Carmelo en 1989) reclamaron tierras y viviendas mientras desafiaban el control territorial de la Marina de los Estados Unidos. En 1999, la muerte de un guardia de seguridad local, David Sanes, que perdió la vida cuando una bomba de la Marina de los Estados Unidos fue lanzada cerca del puesto de observación de Camp García, desencadenó un nuevo ciclo de desobediencia civil en Vieques. Mediante actos de desafío dentro del campo de tiro de la Marina de los Estados Unidos, los campamentos de desobediencia civil (1999-2003), apoyados por una coalición de movimientos sociales, exigieron la desmilitarización, la descontaminación, la atención médica, el desarrollo y la devolución de tierras federales.

Como resultado de esta lucha, el 3 de diciembre de 1999, el presidente Clinton “ordenó el cese del entrenamiento militar con fuego real en la isla puertorriqueña de Vieques y el fin de todos los ejercicios allí.” Aunque los bombardeos terminaron, la desmilitarización no ha dado como resultado un proceso de recuperación justa. Si bien la Marina de los EE. UU. finalmente puso fin a los ejercicios de entrenamiento en la isla, los terrenos militares no fueron transferidos a los isleños sino al Servicio de Pesca y Vida Silvestre (FWS) de los Estados Unidos en 2003.

Este documental examina cómo una comunidad desmilitarizada enfrenta desafíos sociales, económicos y ambientales. La película se centra en los costos ambientales y de salud de la presencia militar de los EE. UU. mientras analiza los dilemas de Vieques después del proceso de desmilitarización. Las tensiones con el Servicio de Pesca y Vida Silvestre subrayan los dilemas coloniales creados por las tierras federales en Vieques. El turismo y la gentrificación presentan una amenaza para las perspectivas impulsadas por la comunidad hacia el desarrollo sostenible. Los desechos tóxicos de la Marina de los EE. UU. han comprometido el futuro, dejando a los viequenses con todas las incertidumbres de una crisis ecológica irreversible. El acceso limitado a los servicios de salud plantea un riesgo para los viequenses, una población con una tasa de cáncer más alta que el resto de Puerto Rico.

Esta crisis ecológica y de salud pública se ha agravado por la pérdida del único hospital después del huracán María, transformando la situación de Vieques en un desastre prolongado. Este estudio de caso del entrenamiento militar como violencia lenta destaca los problemas creados por el uso de Vieques como sitio de bombardeo, así como los desafíos que supone la limpieza de vastas áreas de una isla contaminada con desechos tóxicos. Es una meditación íntima sobre las paradojas de la guerra, la memoria, el cambio histórico y la justicia social en el siglo XXI.

El cineasta y la comunidad desarrollan una relación más estrecha a lo largo de la película. La película tiene tres personajes principales:

  1. La comunidad de Vieques: una narrativa coral, protagonista colectiva del proceso de desmilitarización.
  2. El cineasta: el narrador principal de la película, un activista viajero convertido en educador, testigo del proceso de desmilitarización que construye una relación duradera con la comunidad de Vieques.
  3. El archivo: el guardián de las memorias, un proceso continuo y evolutivo, un repositorio de preguntas pendientes e inesperadas.

 

La película es un documental de viaje dividido en tres partes, cada una de las cuales cubre la historia de Vieques en tres períodos diferentes: 1998, 2004 y 2018-2022. Cada período retrata la situación del pueblo de Vieques en un contexto muy específico y la película en su conjunto representa la evolución de este protagonista colectivo. La película resalta las experiencias traumáticas, las redes de solidaridad y las estrategias de resistencia de los isleños, así como las ambigüedades, los conflictos y los desafíos entre ellos.

La película en sí también está concebida como la creación de un archivo de múltiples capas (recuerdos personales, sueños comunitarios, acción colectiva y conflictos internos), lo que subraya el papel de una colección audiovisual construida durante dos décadas como un archivo vivo de testimonios del pasado, el presente y el futuro. A pesar de su situación vulnerable, los viequenses son un pueblo resiliente: construyen sus propios archivos y recuerdos de su lucha.

Biografía del director:

Juan Carlos Rodríguez (Ph.D., Programa de Literatura, Duke University, 2007) es profesor asociado de español en Georgia Tech, codirector del Centro de Estudios Globales de Atlanta y coeditor de las colecciones de ensayos New Documentaries in Latin America (Palgrave, 2014) y Digital Humanities in Latin America (University Press of Florida, 2020). También es coeditor de una serie de libros, Reframing Media, Technology, and Culture in Latin/o America, para University of Florida Press. Su investigación se centra en los documentales latinoamericanos desde perspectivas basadas en la sostenibilidad, la teoría crítica, los estudios urbanos y ambientales y las humanidades digitales. Como educador y académico, Rodríguez tiene una sólida trayectoria de compromiso comunitario. Es el director fundador del Festival de Medios Globales de Georgia Tech: Sustainability Across Languages ​​and Cultures. Su proyecto público de humanidades digitales Vieques Struggle: A Digital Video Archive, es una colección de entrevistas en video que cuenta la historia de la desmilitarización en la isla de Vieques en Puerto Rico. Utilizando materiales del proyecto Vieques Struggle, acaba de completar su primer largometraje documental, Vieques: archivo vivo, que cubre la historia de Vieques antes y después de la salida de la Marina de los Estados Unidos (US Navy) de la isla en 2003.

Declaración del director:

Vieques: archivo vivo es un viaje de la escucha en el cual se entrelazan los testimonios de la comunidad y mis propias reflexiones como testigo y cineasta. He acompañado al pueblo de Vieques durante muchos años, prestando atención a sus sufrimientos y frustraciones, a sus planes, a sus sueños y a sus dudas. En este documental, las voces de los viequenses, así como la mía propia, emergen y evolucionan a partir de esta práctica de escucha. Ser testigo del proceso de desmilitarización mientras acompañaba a la comunidad de Vieques me permitió establecer un fuerte vínculo de confianza. Soy la mejor persona para contar esta historia porque es la historia de mi relación con la comunidad de Vieques. Por lo tanto, no pretendo representar al pueblo y su historia, sino más bien la evolución de mi diálogo continuo con ellos, así como todas las lecciones que he aprendido en ese proceso.

La banda sonora ha sido diseñada como un diálogo continuo entre las voces del pueblo de Vieques y la del cineasta. Las imágenes muestran gestos, ofrecen comentarios poéticos y evocan atmósferas que oscilan entre lo anodino y lo surrealista. Emulando los metadatos recopilados a lo largo de los años, el diseño gráfico subrayará la importancia del archivo.

Al igual que otras películas sobre memorias colectivas, esta película se centra en los cambios históricos que tienen lugar durante un largo período de tiempo. La película desarrolla un enfoque longitudinal para examinar estos cambios. La coherencia visual de este enfoque se logra mediante la yuxtaposición de imágenes antiguas y nuevas de los mismos lugares y las mismas personas, incluido el cineasta, filmadas en diferentes momentos y con diferentes tecnologías (Super VHS, MiniDV, iPhone, 4K, drones), para hacer visibles los cambios que se producen en la vida de Vieques, así como los cambios del proceso documental. Mientras vemos cómo el proceso de envejecimiento transforma la apariencia de nuestros protagonistas, también presenciamos la vulnerabilidad o desaparición de algunos lugares. Algunos lugares de la memoria que filmé en 2004 ya no existen y otros están en ruinas. Una imagen clave que simboliza las promesas incumplidas de la desmilitarización es la del Hospital de Vieques: estaba cerrado en 1998, cuando la Marina todavía estaba en Vieques; estaba abierto y en funcionamiento en 2004, un año después de la partida de la Marina; sufría severos daños en 2018, provocados por el paso del huracán María en 2017; y fue demolido en 2022.

Mi enfoque visual longitudinal está inspirado en la práctica documental autobiográfica de Patricio Guzmán. En esta película, examino un archivo personal de imágenes recopiladas, pero este archivo personal es también un archivo comunitario que cobra vida en los gestos y las voces de los viequenses. Por tanto, la película es una autoetnografía en dos sentidos: es una reflexión sobre la vida del cineasta y sobre las luchas del pueblo de Vieques. Mientras exploro los viajes emocionales de los viequenses, también exploro mi propio viaje emocional a través de la historia de Vieques.

En su estilo, el documental pertenece al conjunto de obras del cine autobiográfico tales como Sherman’s March, La televisión y yo o Los Rubios mediante la interacción de la presencia en pantalla y fuera de pantalla del cineasta y el uso de la voz en off en primera persona. El registro poético de mis reflexiones en voz en off aporta a la película un tono coherente con la poesía del pueblo de Vieques. En Vieques: archivo vivo pongo mi propio cuerpo en juego, un enfoque que difiere de otras películas que dependen completamente de la voz incorpórea de un cineasta ausente, que no aparece en pantalla.

Objetivos del proyecto:

La lucha de Vieques por una recuperación justa después de múltiples desastres es una tarea inacabada. Espero que esta película inspire a personas de todo el mundo a colaborar con los viequenses en su búsqueda de un futuro mejor.

Vieques: archivo vivo sirve a los intereses del pueblo de Vieques de diversas maneras. Como documento histórico, ofrece una crónica de la lucha de Vieques durante los últimos veinte años a través de testimonios comunitarios que articulan una impresionante colección de sabiduría y conocimiento sobre el impacto de la militarización y la desmilitarización en las comunidades latinas marginadas. La película servirá como una herramienta de intercambio de ideas para las comunidades en Vieques, en Puerto Rico y los Estados Unidos, y en el resto del mundo que buscan soluciones innovadoras para superar los desafíos sociales (acceso a servicios de salud y alimentos saludables), económicos (desempleo, gentrificación e impacto negativo del turismo) y ambientales (altos niveles de contaminantes químicos) que enfrentan las pequeñas islas desmilitarizadas. A través de proyecciones y otros eventos, las organizaciones comunitarias de Vieques tendrán la oportunidad de entablar un diálogo significativo con nuevas audiencias, entre ellas, otros organizadores comunitarios, educadores y estudiantes universitarios y de nivel escolar, funcionarios gubernamentales, socios de la industria, profesionales de las ciencias y las tecnologías (en servicios de salud y política ambiental).

Las proyecciones serán complementadas con una página web de la película (cuyo enlace se incluirá al final de la película) con más información sobre el movimiento viequense, sus protagonistas y enlaces a recursos educativos. Como un conjunto de actividades multiplataforma, Vieques: archivo vivo servirá para generar discusiones públicas y proyectos educativos (guías de discusión, módulos de cursos, programas de estudio, charlas públicas con líderes de Vieques en escuelas y universidades) sobre el desarrollo sostenible en las pequeñas islas que enfrentan los desafíos del cambio climático: qué significa la sostenibilidad en el contexto de Vieques, cómo puede implementarse y cómo se podría lograr a través de alianzas.

Esperamos que la película genere nuevas oportunidades de alianzas que beneficien mutuamente al pueblo de Vieques y a sus colaboradores en diferentes sectores y, a su vez, contribuya como una plataforma pública para explorar soluciones a algunos de los problemas más acuciantes que afectan a los viequenses hoy en día, como la falta de transporte marítimo eficiente, el acceso limitado a servicios de salud y vivienda asequible, y el alto riesgo de cáncer debido a la degradación ambiental.

Esta película atraerá a públicos interesados ​​en los derechos humanos y la justicia social, así como en las representaciones de la historia y la memoria, o la guerra y la desmilitarización. Mi objetivo es que motive debates sobre las desigualdades en materia de salud y los desafíos ambientales y sirva como herramienta para organizar a las comunidades que enfrentan problemas similares.